Un autobús diferente a los demás, decorado con la fotografía de un ídolo de masas. Exhibe un lema pegadizo, fresco y motivador. La típica frase de motivación que esperas que te diga tu móvil antes de salir de casa. Su misión es la de equalizar la sociedad de las ideas extremistas y quiere aprovechar el tirón mediático de las fechas señaladas.
Tanta ha sido la ansia con la que ha querido entrar en la ciudad Condal que al querer entrar en la avenida Diagonal ha tomado una curva a ras y ha volcado. Los miles de personas que habían ido a recibirle... ¿miles? Digo mejor cientos. ¿Cientos? Digo mejor decenas de personas... Su estupor ha estado al nivel de su euforia.
El resultado ha sido previsible. Tras el derrape la decoración exterior ha quedado maltrecha y las autoridades no han podido permitir la entrada a un vehículo que no pasaría la ITV.
Seguro que habrá otros intentos. Mientras tanto las redes sociales se hacen eco del nivel intelectual de la iniciativa, que ha querido ir PLUS ULTRA y ha acabado remolcado a boxes.
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