Según las leyendas se ahorran entre 10 y 15 minutos ya que no hay retención, ni siquiera en hora punta, pero que los gps no la tienen registrada o por lo menos nunca la sugieren.
Pues en este atajo legendario hay un semáforo , puesto como en medio de la nada, justo en el cruce con una carretera terciaria. Y es precisamente en este cruce y en este semáforo donde le sucede la historia a nuestro protagonista.
Una mañana de primavera, muy temprano, de camino al trabajo toma el atajo y se para en el semáforo, que está en rojo. Espera un rato, un poco más de lo habitual y frunce el ceño. No le sigue ningún coche. No viene ningún otro coche por los otros caminos. Cuando valora saltarse el semáforo descubre un nuevo cartel: RADAR.
Vuelve a fruncir el ceño. Decide avanzar un poco por si el sensor que hay en el suelo no ja detectado bien el coche. Espera un poco más y nada. El semáforo sigue en rojo.
¿Y si salta el semáforo y le ponen una multa? ¿O dar la vuelta y llegar casi una hora tarde al trabajo? ¿Siempre ha estado ahí el radar? La placa no parece nueva.
Por detrás ve aparecer un tractor amarillo (como la canción). Por fin alguien a quien preguntar.
El tractor avanza sin prisa pero sin pausa. Llega al cruce y no se para detrás del coche: pone el intermitente y adelanta. El conductor, abriendo unos ojos como platos, baja la ventanilla y grita al conductor del tractor: "Eh! Que vas en sentido contrario!!!".
El conductor del tractor con un gesto de paciencia infinita se para junto al coche y dice: "¿Qué más opciones hay? Este semáforo a veces se queda todo el rato en rojo. No sé si coge humedad y se desprograma... lo que sea. Lo que sí sé es que no va a cambiar solo. Y que si me lo salto, me harán una foto y me llegará una multa a casa. Pero pasando por el carril contrario no se disparará la foto. Y no viene nadie en sentido contrario. Este es un camino para trabajar la tierra. Yo tengo que ir por aquí y el semáforo está para regular el tráfico, no para impedir el paso."
Dicho esto, arrancó y paso el cruce por el carril contrario ante la atónita mirada del protagonista.
¿Qué creéis que hizo el conductor del coche?
¿Cómo creéis que acabó la historia?